Familia venezolana en Colombia lucha desesperadamente por sus hijos tras separación arbitraria por la ICBF
En un acto que clama justicia y dignidad, una madre venezolana enfrenta un drama desgarrador en Colombia tras ser separada de sus hijos por las autoridades. Katerine García narra, entre lágrimas, cómo su búsqueda de un futuro mejor se convirtió en una pesadilla al ser detenida por cuerpos de seguridad, llevando a una separación que pone en riesgo la salud emocional y física de la familia. Desde La Noticia Caracas, exigimos respuestas y acciones urgentes ante esta situación que refleja una alarmante violación de los derechos humanos.
Un hecho que ha conmocionado a la comunidad venezolana en Colombia, una familia que salió de Venezuela en búsqueda de un mejor futuro para sus dos hijos pequeños ha caído en una agonía total tras ser separados arbitrariamente por el Servicio de Bienestar Social en Bogotá. A través de un video en TikTok, se observan los desesperados intentos de unos padres por evitar ser separados de sus pequeños. La tragedia fue confirmada por Katerine García, madre de los niños Deivis Alacalá (5 años) y Esmeralda Alcalá ( 3 años), quien relató a La Noticia Caracas todos los detalles de esta desgarradora historia.
Katerine García, oriunda de Venezuela, inicialmente se domiciliaba en Lima, Perú, donde nació su hija menor, Esmeralda. Luego, por problemas de salud familiar, se trasladaron a Guanare, estado Portuguesa en Venezuela, donde cumplieron su deber de presencia en el país antes de migrar a Colombia con el objetivo de regresar a Perú. Ingresaron a Colombia el 5 de octubre de 2023, en busca de un futuro mejor. A pesar de las dificultades, Katerine asegura que vive en un lugar apto para sus hijos.
UN DÍA EN EL PARQUE QUE TRANSFORMÓ RISAS EN DESESPERACIÓN
En un audiovisual exclusivo, relata que el pasado 8 de enero de 2025 llevó a sus pequeños, Deivys y Esmeralda, al parque recreativo del barrio Modelia en Bogotá. Mientras jugaban entre risas, un grupo de policías las abordó bajo el pretexto de un "operativo médico", indicándoles que debían acompañarlos para un trámite que prometieron sería breve y que incluía la obtención de permisos de permanencia y acceso a EPS (Entidad Promotora de Salud) de forma obligatoria para aquellos ciudadanos que no tienen ciudadanía colombiana.
Sin embargo, lo que comenzó como un día alegre se tornó en pesadilla. Katerine, sintiendo la presión de la situación, decidió enviar su ubicación a su esposo para que pudiera ayudarla. Al llegar al Centro Zona Fontibón, Katerine fue interrogada reiteradamente sobre asuntos que no comprendía. Cuando exigió ser informada sobre su estatus y el de sus hijos, la policía la esposó y la agredió verbal y psicológicamente. Durante esta confrontación, el oficial identificado como Miguel Borregos la sometió utilizando fuerza física, tirándola al suelo para neutralizarla y luego a preceder a esposarla con dos cintas Ty-rap o como comúnmente se le conoce como "cinta de amarre".
LA LUCHA DE UN PADRE DESESPERADO
Este acto de violencia dejó a Katerine aún más confundida y angustiada. Mientras sufría esta agresión, otras personas se llevaron a sus hijos, alegando que eran solamente para una revisión médica. El esposo de Katerine, quien se encontraba afuera del centro, escuchó los gritos angustiosos de su esposa y sus hijos y fue testigo del forcejeo. A pesar de suplicar a los policías y explicar que su hija padece diabetes tipo 2, se le negó la posibilidad de intervenir ante el sufrimiento de su familia.
En medio de la confusión, el policía insistió en que debían seguir adelante con el procedimiento y que "nadie le quitaría a sus hijos", prometiendo resolver la situación al día siguiente sin ofrecer más detalles. Sin embargo el valiente hombre pudo ingresar hasta dentro del carro y aferrarse a su pequeña Esmeralda quien sufre problemas de azúcar en sangre . Sin embargo sus intentos fueron en vano, pues los niños fueron recuperados por las autoridades y hasta la fecha de hoy, estos padres no tienen acceso alguno sobre sus hijos, no han recibido llamadas, ni avisos del Bienestar ni de las autoridades.
ERAN SOLO DOS NIÑOS JUGANDO EN EL PARQUE
Katerine se levanta en defensa de su familia, denunciando este tipo de procedimientos arbitrarios que no protegen la integridad familiar y que afectan la salud emocional de los niños.
“Mis hijos no son niños de la calle, eran solo niños jugando en el parque”,
declaró entre lágrimas. La familia vive humildemente, con el padre de los niños a cargo de una tienda que recibe distintos tipos de reciclaje, asegurándose de ofrecer lo mejor para sus hijos a pesar de las adversidades.
Aunque el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) establece que no puede quitar a los niños por la nacionalidad de sus padres, sí lo hará si existen casos de maltrato o vulneración de derechos. Sin embargo, Katerine asegura no tener antecedentes penales ni denuncias previas en su contra. Al ser acusada injustamente de que sus hijos eran "niños en condición de calle", defendió la realidad de su hogar y su situación. La angustiosa experiencia afectó especialmente a Esmeralda, quien, al entrar en pánico por la situación, podría haber sufrido una desestabilización de sus niveles de glucosa. Situaciones como esta ponen en riesgo la integridad física y psicológica de ambos niños.
LA VOZ DE UNA MADRE QUE CLAMA JUSTICIA
En su desesperación, Katerine García y su esposo hacen un llamado al presidente de Colombia, Gustavo Petro, pidiendo su intervención y protección. “Ningún padre debería sufrir lo que nosotros estamos padeciendo. Solo queríamos un futuro mejor”, expresó Katerine, representando así a todas las madres migrantes que enfrentan situaciones similares. La familia apela a la humanidad de quienes tienen el poder de rectificar esta injusticia, recordando que la dignidad y los derechos de cualquier ser humano deben ser respetados, sin importar su nacionalidad.
La angustia, el dolor y la incertidumbre que viven Katerine y sus hijos deben ser escuchados y atendidos de inmediato. La comunidad no puede permanecer en silencio ante este clamor de justicia. katerine García finalizó con un mensaje doloroso, pidiendo la ayuda a todos para difundir para que llegue hasta las últimas intancias, también afirmó que no se disgusta si le piden que abandone Colombia, que su único interés es conseguir a sus hijos sanos y salvos.
Desde La Noticia Caracas, hacemos un llamado a las autoridades colombianas para que revisen este caso y tomen cartas en el asunto. La dignidad y los derechos de todas las familias, sin importar su nacionalidad, deben ser respetados.

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